Drogas de diseño

Historia del término drogas de diseño
En los años sesenta se ideó un plan para burlar la ley. Las drogas ya eran ilegales en ese momento y se creó un proyecto para imitar las sustancias diseñándolas en laboratorios clandestinos. Estas provocaban los mismos efectos pero con la diferencia de que su estructura molecular novedosa no estaba registrada como ilegal todavía, eludiendo así la prohibición ilícita.
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Drogas de diseño: clasificación de las sustancias
Semejantes a la anfetamina y mescalina (poseen propiedades estimulantes como la de la anfetamina y alucinógenas semejantes a las de la mescalina).
Opioides sintéticos (similares al fentanilo y meperidina).
Arilhexilaminas (fenciclidina).
Equivalentes y semejantes a la metacualona.

Efectos en el organismo
Dichas drogas producen efectos estimulantes alterando la percepción y provocando un nivel de alucinaciones. La más utilizada es el éxtasis, que provoca sensaciones similares a las de la anfetamina y mescalina.
Dependiendo de cual sea la dosis que se consuma, se dilatará su efecto.
En dosis bajas producen sensación de euforia y confianza en la autoestima, desarrollando cierta soltura en la comunicación y en la capacidad de relacionarse con los demás.
Generalmente los resultados transcurren en tres etapas; primero una leve pérdida de la orientación, luego una exaltada euforia y descontrol, alcanzando una exagerada sociabilidad.
Entre los síntomas que provocan los anfetamínicos, podemos destacar el esplendor de la energía, la euforia, desparpajo al hablar, disminución del sueño, disminución de la apetencia y del cansancio.
En cambio en los alucinógenos encontramos que desarrollan la hipersensibilidad sensorial, la concepción subjetiva del espacio - tiempo, disminuyen la capacidad de la percepción visual sensibilizándose con la luz, generando imágenes difusas con alteraciones en los colores, pero no llegan al nivel de las alucinaciones.
A diferencia con otras drogas, consumir doble dosis no significa experimentar efectos positivos doblemente reforzados, al contrario, aumentan los efectos negativos. La frecuencia de consumo y la dosis, la determinan como una sustancia recreativa.
Toxicidad
El riesgo que se corre consumiendo drogas de diseño puede llegar a ser muy grave, incluso mortal, ya que presentan un gran nivel de toxicidad. Si se consume frecuentemente hay mayor probabilidad de obtener dichos efectos adversos.